22 de octubre de 2011

Teotihuacán - CaixaForum


Ayer por la mañana acudí a la exposición del CaixaForum de Teotihuacan, que va desde el 27 de julio al 13 de noviembre. La entrada es gratuita y la exposición exhibe unas 500 piezas de la antigua ciudad, halladas en yacimientos arqueológicos.



Dos figuras de serpiente nos dan la bienvenida a la entrada de la exposición. Teotihuacan significaba “La ciudad de los dioses” o, en la lengua náhuatl es algo así como “El lugar de los dioses” o “El lugar donde se hacen los dioses”. Se encuentra a 45 km. al norte de Ciudad de México. Fue una de las mayores ciudades de su época, con una población que rondaba los 200.000 habitantes y una superficie de unos 20 Km2 aproximadamente.
Alcanzó su máximo apogeo entre los siglos II y VII D.C., siendo declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1987.
Sus principales monumentos son: la Pirámide del Sol, la Pirámide de la Luna, el Palacio del Jaguar de Xalla y el templo de Quetzalcóalt.

No teníamos asociado ningún día y el recorrido ha sido libre, pues. Sin embargo, un grupo de estudiantes de un colegio privado sí que llevaban guía y pude enterarme de algunas de las curiosidades de su cultura, además de los carteles informativos a cada lado de los objetos, los cuales explicaban resumidamente algunos puntos, como el material con el que estaba hecho el objeto, el período y la cultura a la cual pertenecían.

Hay objetos de todo tipo, repartidos en seis secciones temáticas: arquitectura y urbanismo, política, guerra y economía, creencias y rituales y, por último, la vida en palacios y calles de la ciudad. Podemos ver objetos de uso común, como utensilios de cocina, joyas, pinturas, esculturas o murales y otros más de guerra o religiosos, como puntas de flecha o cuchillos ceremoniales.
Destaco particularmente los trabajos realizados en obsidiana y piedra verde y, sobre todo, aquellos collares de conchas y… dientes humanos. También la figura de cierta deidad, apodado “El descarnado” cuyas vestimentas estaban hechas de piel humana y en su vaso se portaba sangre humana… Para dejar buen sabor de boca tras esto, os animo a, que si vais, cuando veáis esculturas de animales intentéis averiguar cuál animal es sin mirar los carteles, que no es tan fácil como parece.

Algunas de las cosas que pude cazar de la guía eran, por ejemplo:
El juego de la pelota: dos equipos jugaban a encestar la pelota en unos aros con cualquier parte de su cuerpo; brazos, piernas, pies, cabeza, hombros… Se seguía el estado de la partida gracias a unos marcadores (expuestos). El equipo ganador era, después, sacrificado a los dioses. No penséis que buscarían perder, pues para ellos era todo un honor y se afanaban por ganar el partido.
Animales emplumados: ¿por qué el jaguar o la serpiente emplumados? Sencillo. Las plumas de los murales representan a las plumas del Quetzal, un ave muy conocida en Sudamérica por la belleza de su plumaje. En su zona no había, de modo que las obtenían mediante el comercio con los Mayas. Después, usaban esas plumas para decorar máscaras o esculturas.


Para terminar, os dejo con algunas de las piezas expuestas:



- Ave fantástica -



- Estatua que representa a un guerrero enemigo capturado, asesinado a flechazos -


- Parte de un marcador del juego de la pelota -

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