26 de septiembre de 2014

Museo Arqueológico Nacional (MAN) de Madrid


Desde que hace unos meses se me refrescara la memoria gracias a la tele sobre la existencia de determinados museos que me llaman la atención tenía muchas ganas de visitar alguno y este verano le tocó el turno al Museo Arqueológico Nacional de Madrid. Por supuesto, me acompañó Krower, y tras algún que otro problema e indecisión por nuestra parte pudimos visitarlo durante unas cuantas horas.


La tarifa no es elevada, son 3€/persona, pero podréis disfrutar de la reducida (1,5€/persona) si acudís en grupos de más de 5 personas o si sois voluntariados culturales. Es más, la entrada es totalmente gratuita en determinadas fechas y circunstancias, si sois parados y todos los sábados a partir de las 14:00 h, pero esta última tiene el inconveniente de que el museo estará hasta las trancas de gente. Yo soy de esas personas que detestan las grandes aglomeraciones y que le gusta ir despacito y ver sin estorbos las cosas; mi consejo es que si sois igual de quisquillosos acudáis entre semana a este tipo de sitios, por la mañana si es posible. A Krower le pasa igual y por eso fuimos un día entre semana.

También os aviso que el sitio es bastante grande: son unas tres plantas, más la entreplanta y una réplica de las cuevas de Altamira que hay en el exterior. Por eso os recomiendo que vayáis con bastante tiempo, sobre todo si os gusta pararos mucho para mirar, porque es que no os dará tiempo: nosotros estuvimos unas 4 ó 5 horas y aún así nos faltó ver lo de Altamira y la entreplanta, eso sí, acabamos reventados de todo lo que andamos.


En general me ha gustado bastante todo lo que he visto, la manera en la cuál están expuestas las diferentes piezas y cómo está estructurada la exposición, basándose en la cronología histórica como método de ordenación y centrándose, por supuesto, en España, aunque también hay minisalas con algunas reliquias interesantes de otros países, como Egipto o Grecia. 
Se pueden encontrar multitud de leyendas, mapas y esquemas que ayudan mucho a asimilar la información de manera visual, además de algunos documentales emitidos en televisores que amplían y complementan lo expuesto de manera textual. Así expuestas tenemos multitud de etapas: prehistoria, protohistoria, la Hispania romana, mundo medieval, época moderna...


La gente del museo se atreven incluso a recomendarnos determinadas piezas en su folleto que podemos recoger a la entrada del edificio, junto con el mapa. 
Lo que no nos gustó mucho era el hecho de que no pudieras ponerte al lado de las piezas para echarte una foto, aunque es comprensible porque así se evitan atascos de gente. A pesar de algunas personas se fotografiaban pasándose las normas por donde querían y no recibían la correspondiente reprimenda nosotros no nos animamos. Tampoco se puede echar fotos con flash pero la verdad es que todo está suficientemente iluminado como para echar tomas decentes, de modo que no es un problema.

Si queréis más información, aquí os dejo la página oficial del Museo.













1 comentario:

  1. Mira que he pasado por enfrente de este museo docenas de veces y nunca me ha llamado la atención. En cambio, el de ciencias naturales lo he visitado ya tres veces. Jejeje, la arqueología no me va mucho la verdad :P

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