16 de febrero de 2018

[Crítica] Altered Carbon




Apenas tres días nos ha llevado ver esta serie basada en un libro de Richard K.Morgan y, cuando empecé a verla, no me imaginé que me iba a gustar tantísimo. Un total de 10 capítulos y todos disponibles desde ya en la plataforma de Netflix por lo que os aviso que si empezáis y os gusta os va a costar parar. ¿Qué por qué? Pues si seguís leyendo os enteraréis.




¿Qué ocurre si cogemos Blade Runner, Matrix, las pelis de polis, clones, de artes marciales y pura violencia, las ponemos en una coctelera, agitamos y servimos? Pues que tenemos Altered Carbon (Carbono Alterado en español). 

No quiero dar muchos detalles de la trama pero lo mínimo que debéis saber es que estamos en el futuro, ni idea del año. En esta época la gente tenemos implantadas en la base de nuestro cráneo una pila que guarda nuestra conciencia; si nuestro cuerpo muere pero la pila está intacta, puede ser injertada en otro cuerpo (o funda, como se llama aquí) y continuar nuestra vida como si nada hubiera pasado. 
Así pues tendremos al protagonista Takeshi Kovacks cuya pila se ha pasado los últimos 250 años en una prisión dados sus actos delictivos. Cuando despierta se encuentra que tiene un aspecto totalmente diferente y que ha sido comprado por un mat (un ricachón) llamado Isaac Bancroft para que investigue su propia muerte, pues él no es capaz de recordarla. Todos creen que se suicidó pero Bancroft insiste en que fue asesinado. La recompensa que recibirá Kovacks si encuentra al asesino será una excelente paga y un documento de indulto para que pueda seguir con su vida.

Hasta ahí puedo informar sin destriparos gran cosa pero es que he gozado esta serie como no está escrito; es cierto que al principio se me antojó un poco lenta, más que nada porque nos van desgranando trocitos de información mediante flashbacks que tiene Kovacs de su vida anterior.

Comprobaremos que la brecha entre ricos y pobres es aún más evidente si cabe pero, lo más escalofriante de todo será que veremos la clase de monstruos que pueden llegar a ser aquellos que tienen dinero para hacer lo que quieran (los placeres a los que se entregan porque una larga vida aburre a cualquiera) que incluso se consideran así mismos como dioses, inmortales y fuera de la ley. Como si no lo restregaran suficiente al vivir en edificios que superan la altura de las nubes.


El sistema tampoco ayudará; sin contar la corrupción policial lo más grave es que si tú no tienes dinero para pagarte tu propia funda, en el caso de perder la original, serás introducido en la que te toque. Me explico: si tienes dinero no hay problema porque te habrás hartado a clonar tu funda muchas veces pero sí no, te meten en la funda que haya disponible, ya sea de edad o sexo diferente, con la carga psicológica que esto conlleva para el afectado y sus familiares. Serás inmortal pero a qué precio.
Y, por  último, en el extremo opuesto a la depravación de los ricos tendremos a los Nuevos Católicos (creo que se llamaban así) que están en contra de estas reencarnaciones por los mismos motivos que esgrimen hoy día sus antecesores católicos: sólo Dios da y arrebata la vida, lo que significa que el aborto y el suicidio están mal vistos y deberían ser prohibidos, así que imaginaros la inmortalidad.




Me encanta la referencia hacia Poe, encarnado por la IA propietaria del hotel El Cuervo.

Deberéis estar muy atentos a los detalles del contexto para entender la trama, mucho más compleja de lo que pueda parecer al principio y que estará genialmente llevada y concluida. Por cierto que los personajes son de lo más carismáticos. Porque vale que Kovacs es muy carismático con su sarcasmo (aunque según he leído por ahí hay muchos a los que no les gusta) mientras que Poe con su servilismo hacia su cliente y sus medidas poco ortodoxas (me hacen pesar que esta IA tiene una vena psicópata muy divertida) le convierten en uno de mis favoritos de la serie (guapísima referencia al escritor estadounidense) pero es que los personajes femeninos son aún mejor en el sentido que pueden llegar a ser muchísimo más fuertes que los masculinos: Ortega, Quell y Rei poseen un carácter y una fortaleza interior irresistibles y todas ellas serán en gran medida importantes para el protagonista. Por cierto que me encantó la parte final de Lizzie.



Por último destacar los impresionantes escenarios de la ciudad, esas vistas de look steampunk que  es visible también en los propios personajes, serán sin duda muy valoradas por los amantes del género. Sin embargo el mensaje es el mismo: una ciudad hermosa en apariencia pero que realmente está podrida por dentro. 
Por cierto ¿soy la única a la que los trajes de las fuerzas del Protectorado le recuerdan a Isaac de Dead Space?



Altered Carbon está teniendo bastante éxito con el público por todas estas y muchas más razones, por lo tanto os la recomiendo sin reservas si sois amantes de la ciencia-ficción y películas futuristas, independientemente si se trata de una buena adaptación o no de la novela, cosa de la que no puedo hablar porque no la he leído.  Puede que queden ciertas incógnitas por resolver pero hay rumores de una segunda temporada, por lo que no perdemos la esperanza aunque a mi parece la serie no quedaría mal con semejante final.

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