18 de junio de 2019

[Crítica] John Wick: Capítulo 3 y un repaso a la saga del asesino retirado que busca venganza




Con motivo del estreno reciente de John Wick: Capítulo 3 he repasado la trilogía completa de las pelis protagonizadas por el genial Keanu Reeves. Decir que siempre me ha llamado la atención este tipo de películas y por desgracia, hasta la fecha no había visto siquiera el primer capítulo completo (de esas pelis que echan por la tele por la noche y por lo que sea no puedes verla salvo a trozos) pero finalmente he podido hacerlo con motivo de que queríamos ver el Capítulo 3 en casa. Además recientemente también nos vimos también toda la saga de Matrix por motivo del 20 aniversario por lo que hemos tenido Keanu Reeves para rato, lo cual está guay. Pero bueno, esa es otra historia.


La trama repleta de venganza es lo poco que recordaba de John Wick: Capítulo 1, donde nuestro protagonista decide emprender este camino poco aconsejable ya que monta un circo y le crecen los enanos: bueno, mejor dicho se le muere su mujer, unos rusos capullos le roban su coche y para más inri le matan al adorable e inocente perrito que su esposa le acaba de regalar de manera póstuma. Este cúmulo de desgracias son demasiado para John, que decide levantar el suelo de su sótano para desenterrar sus viejas armas y monedas del Continental, ponerse su kevlar y liarse a tiros y tollinas con todo aquel ruso que se le cruza en su camino para llegar hasta el responsable de todo, Iosev Tarasov (Théon Greyjoy ya se metía en problemas antes de GoT xD) que es hijo de Viggo Tarasov, un tipo para el que trabajó tiempo atrás... porque John Wick es un puto sicario retirado, al que apodaban Baba Yaga (ya sabéis, la versión femenina del hombre del saco del folclore ruso) y al que todos conocen y temen... menos el tuercebotas de Iosev y sus coleguis. Que ya hay que ser gilipollas.


Éste punto será uno de los principales que habrá de humor puesto que allá donde va John es muy conocido pues volverá a moverse por el mundillo que dejó tiempo atrás por amor, reencontrándose  con antiguos proveedores y compañeros de profesión mientras que Torosov busca protección escondiendo a su hijo y poniendo recompensa contra él. Así que será habitual que cuando John se encuentre con otro asesino se saluden formalmente, todo muy educado y correcto, pero entonces ves que al momento se lían a matarse con total indiferencia... bueno, gajes del oficio, no es nada personal. Y ya si me metes las escenas de pelea, que son la leche, con el musicote electrónico del Círculo Rojo pues mira, a mi ya me has ganado, qué quieres que te diga. Porque además John es la caña repartiendo estopa, pues como buen profesional que es, tiene su propio método infalible: tiraco al pecho, tiraco al seso. ¡Ah, los remates en la cabeza! Ya me gustaría a mi darlos así en el Counter...


Así es como empieza esta saga de muertes a cascoporro y que como veis nos adentra en un increíble mundo paralelo al nuestro, donde la mafia y los asesinos se mueven como peces en el agua entre nosotros, siendo ampliado de manera notable en John Wick: Capítulo 2 donde John por fin termina su espiral de venganza (sólo le queda recuperar su coche) para luego darse de bruces con Santino D'Antonio quien buscará a John pensando que ha vuelto al oficio para encargarle un trabajito usando como excusa que le debe un pagaré (es decir, Santino en su día le proporcionó una inmensa ayuda a John y éste ahora debe saldar su deuda). Y qué diréis que hace Santino (que está al tanto de toda la historia del capítulo 1) cuando John se niega a cumplir... pues volarle la casa por los aires con él dentro. ¿En serio tío decides hacerle eso a él, John Wick? 

Esta película es la que me ha parecido más floja en general no sé decir muy bien el por qué, quizá por lo repetitivo (trocito de discoteca con música electrónica cañera mientras vuelan sesos por los aires) y el tema de que vuelven a hacerle perder algo que quiere y por lo que querrá vengarse. Sin embargo el final tan abierto que nos dejaba era de lo más interesante cuando John decide romper las reglas, momento con el que empieza John Wick: Capítulo 3, con nuestro ex-sicario favorito excomulgado (es decir, ya no puede acogerse al Continental ni los proveedores prestarle su ayuda) y una recompensa de nada menos que 14 millones sobre su cabeza. Y aquí es donde llega la parte más paranoica y loca de la película: que allá donde va hay asesinos dispuestos a matarle para embolsarse la pasta gansa: en el metro, en plena calle, en una biblioteca... Obviamente en este capítulo John tendrá que buscarse las mañas para huir y convencer a la Mesa (el órgano máximo de este submundo) para que le quiten semejante marrón de encima.
Aquí las escenas de lucha me han parecido muchísimo más originales y frenéticas: esa parte en la que mata a un gigantón usando un libro que es el máximo exponencial de la encuadernación bien hecha, el guiño que hacen a algo que siempre recalcaban los hermanos Tarasov ("le vi matar tres hombres con un lápiz... con un puto lápiz") y, por supuesto, todo el trozo de las fuerzas especiales blindadas de pies a cabeza donde damos un nuevo giro a los tiros en la cabeza. ¡Por cierto que el final nos garantiza un cuarto capítulo!


Tras este resumen de las películas comentar que lo que más mola de todo, como ya he dejado patente, es el mundillo en el que se mueve John. Son todos sicarios, sí, mafiosos, sí, pero que se rigen con un estricto sistema de jerarquía y normas cuyo quebrantamiento no merece la pena, pues los castigos son tan definitivos como los ejecutores que quieren llevarlo a cabo ya que, como ellos mismos recalcan (sobre todo los personajes de la Magistrada y Winston) es lo único que les separa de los animales.
Lo otro que más lo parte son la ya mencionadas locas y frenéticas escenas de lucha, que es lo que más hay en estas películas porque si os dais cuenta los diálogos no es que importen mucho la verdad. Y por supuesto el propio protagonista: si nos damos cuenta este hombre encaja todo tipo de golpes y heridas pero sigue levantándose, sigue luchando y sin apenas descanso. Porque, tal y como nos repiten muchas veces, John Wick es todo voluntad; la misma que ha puesto Keanu Reeves para protagonizar la mayoría de las escenas de acción y riesgo. La solidez de sus motivaciones, su deseo de continuar con vida a pesar de todo porque es el único que puede recordar a su esposa fallecida le da un trasfondo de lo más emotivo a un personaje que por fuera es frío, distante y metódico en sus asesinatos.


Voluntad, ganas y amor por el género es la mezcla que nos ha dado como resultado estas geniales películas de acción desenfrenada, con unos personajes de lo más complejos y desarrollados en un complicado submundillo de delincuencia y asesinato por otro lado de lo más interesante.
Sin duda, pueden salir muchísimas cosas de aquí y de hecho ya he escuchado algo de un spin-off planeado con una protagonista femenina. Ah, cómo sabía yo que nos querían decir algo con esa bailarina...

1 comentario:

  1. A mi me hizo gracia esa faceta que le dieron de fan de Wick y que por eso precisamente le encantaría matarle xD Pero sí, ya el Sr.Wick debería quedarse sin vidas porque no veas lo que va recibiendo de todas las películas y tan pancho, teniendo en cuenta que no pasa nada de tiempo entre ellas para que pueda curarse. La caída que tiene desde la azotea del Continental es, cuanto menos, exagerada.

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