3 de mayo de 2016

[Reseña] Carcassone: Juego básico


Hace ya cosa casi de un año Krower me regaló Carcassone-Plus 2014 por mi cumpleaños y en verdad que me asusté cuando vi el pedazo de caja en la bolsa, pero es que esta edición del juego incluye el juego básico y sus expansiones, de ahí su gran tamaño. Sin embargo no fue hasta meses después cuando tuvimos las ganas - u ocasión - de probarlo tranquilamente y, tras varias partidas, me he decidido a escribir de él en el blog.

Es más, ni me acordaba bien de cómo iba hasta que ayer jugamos una partida con mis padres, que se apuntan a un bombardeo por cierto, y nos lo pasamos francamente bien... y fue la primera partida que he perdido a este juego (quedando última de cuatro).




Estamos ante un juego competitivo, como habéis podido deducir, al contrario de lo que ocurría en el último que reseñé que era cooperativo, "La Isla Prohibida" - y que también ayer jugamos unas cuatro partidas seguidas o así, porque triunfó - por lo que la regla de "arramplar y putear" le va como anillo al dedo.

Pero primero voy a comentar lo que trae esta edición de Plus 2014. Para empezar, como dije, cuenta con el juego básico y con las siguientes expansiones: el río (miniexpansión), la rueda de la fortuna, colinas y ovejas, constructores y comerciantes y, por último, posadas y catedrales. También amplía el número máximo de jugadores de seis a ocho.


En el interior vienen, como podéis ver en el reverso de la cubierta, todas las piezas correspondientes a las distintas expansiones del juego, bien explicado en el manual. Obviamente para jugarlas tendrás que elegir, aparte de las piezas del juego básico, las correspondientes marcadas con diferentes símbolos.
Tendremos también un mini-tablero de puntuación para los puntos - máximo 50- junto con unas fichas de apoyo si los puntos son mayores.


Recordaros que como bien reza el título me voy a limitar a hablaros del juego estándar porque es al que más hemos jugado.  
El objetivo de Carcassone es construir tanto terrenos como edificios y adjudicarnos su propiedad colocando unas piezas llamadas mapples en el lugar que queramos reclamar. Esto nos dará unos puntos; el jugador que tenga más puntos gana la partida.

Bien, ese es el resumen a grosso modo del juego pero ¿y cómo se hace? Pues para empezar deberéis elegir qué color de mapple deseáis y colocar la loseta inicial (coloreada diferente en su reverso) en un lugar amplio donde no haya cosas por el medio, porque vais a necesitar el espacio junto con el tablero de puntuación, apartando uno de vuestros mapples en él que hará las veces de indicador. Luego, por turnos, cada uno iréis cogiendo una loseta de terreno de todas las que hay, que estarán esparcidas y colocadas boca abajo para que nadie las pueda ver e ir colocándolas adyacentemente unas de otras (nunca en diagonal) de tal manera que los dibujos casen (ciudad con ciudad, campo o granja con campo o granja, camino con camino).
Después podéis elegir si colocar a uno de vuestros mapples en la misma para reclamar (cerrar) su propiedad (de la ciudad, del terreno o del campo-granja o del camino), aunque todavía no os podréis sumar los puntos por lo mismo. El mapple quedará en el tablero hasta que eso ocurra.
¿Y cómo se cierra para obtener la puntuación? Pues como bien dice la palabra, cerrando el dibujo y dependerá del tipo de propiedad. Las ciudades se cierran con las murallas, los caminos con encrucijadas o que lleguen a un edificio y los monasterios que queden rodeados por otras losetas (es decir, que no queden huecos sin ficha adyacentemente). De las granjas no hablo porque como digo no las hemos tenido en cuenta.
Una vez que esto ocurra se cuentan los puntos: cada loseta de ciudad son dos puntos y, si tienen un escudo, otros dos puntos extra, los caminos dan un punto cada loseta y los monasterios, nueve. Una vez hecho el recuento se mueve el mapple de puntuación a la cifra correspondiente y retiraréis el mapple de la loseta, volviéndolo a tener disponible.
Es posible que dos o más jugadores reclamen el mismo lugar; en ese caso se repartirán los puntos a partes iguales si tienen el mismo número de mapples presentes pero si no serán exclusivamente para el que más tenga.
Como son limitados y no podréis cierrar siempre que queráis o cuando queráis deberéis jugar con cuidado y racionándolos bien. 


Puede que al principio os resulte confuso cómo colocar las losetas pero conforme juguéis iréis viendo mejores maneras e incluso, si no sabéis qué hacer con una que os ha tocado, es posible que podáis colocarla de tal manera que moleste al otro jugador, dificultándole mucho la tarea para que pueda cerrar su camino o ciudad porque necesite una loseta con un motivo en concreto o, también si queréis, podáis ayudarle. Eso lo elegís vosotros, pero recordad que gana el que más puntos tenga.
También es posible que, por ambición, queráis hacer ciudades gigantescas, pues son las que más puntos os dan, pero podéis encontraros con el serio problema de no conseguir las losetas deseadas y os quedéis con la ciudad a medias, por lo que ya será cuestión de gusto personal si queréis jugárosla o ir a lo seguro con pequeñas construcciones.

La mecánica será siempre así hasta que no haya más losetas que recoger. Es entonces cuando la partida habrá acabado y se procederá al recuento final de todas aquellas localidades que no hayáis podido cerrar con el mismo sistema de puntos descrito antes pero con la penalización de que las ciudades cuentan a la mitad (tanto losetas como escudos valen 1 punto, el resto es igual), indicando los puntos en el tablero de puntuación para ver al ganador.


Como veis Carcassone posee unas reglas muy sencillas para jugar pero que tiene su encanto porque por mucha estrategia que tengas tu suerte depende del azar y es posible que todo se te vaya al traste dependiendo de la loseta que hayas cogido en esa ocasión, aunque éstas son un arma de doble filo - mejor dicho, triple - porque te pueden ayudar a ti, ayudar al contrario o incluso perjudicaros, dependiendo de la jugada.

4 comentarios:

  1. Un juego de especulación medieval vamos xD Yo pensaba que sería de batallas y asedios a castillos y tal. Sabes si hay de ese estilo?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No, lo siento, no soy tan entendida en lo que a juegos de mesa se refiere. Eso te lo podrán decir seguro en alguna tienda especializada.

      Eliminar
  2. El sábado pasado estuve jugando con unos amigos, aunque ya lo había jugado antes. He de decir que es muy divertido. Como últimamente estoy bastante enamorado de los juegos rogue-like, la generación aleatoria de mapas me parece maravillosa ^^.
    Yo sólo he jugado al básico, no sé cómo cambian la experiencia las expansiones, pero sí he de decir que hecho en falta algún tipo de lucha, batalla, enemigos, etc. (¿Demasiado Age of Empires y RPGs en mi cabeza, tal vez?)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo es, y mira que realmente es como un dominó pero algo más enrevesado. Quería ir haciendo entradas según probara las expansiones y no lo he hecho! Mira, ya tengo más trabajo.

      A mí así me parece perfecto jeje nada de batallas.

      Eliminar