Mira que me gustó la miniserie de The Last Ronin con sus puntos buenos y sus puntos malos; estos últimos, sobre todo, representados por ciertas carencias que, en la típica esperanza de fan, piensas que pueden solucionarse con una precuela que, aunque en el fondo sabes que no es necesaria, sueñas conque se produzca.
Debido al éxito arrollador con la crítica en general durante los cinco números de la "primera parte" los responsables terminaron anunciando poco tiempo después de conocer su final una continuación que haría las veces de precuela y secuela... The Last Ronin: Lost Years algo que a mi me hizo fruncir un poco el ceño. Aún así, la he esperado con muchas ganas y hoy, tras haberla finalizado, puedo expresar mis opiniones al respecto..... puede que haya algún SPOILER pero intentaré ser lo más neutra posible.
Allé voy.
¿REALMENTE ERA NECESARIO?
Primero debería explicar el por qué he dicho justo antes que el anuncio de Lost Years (LY en adelante) me hizo tener sentimientos encontrados. Por un lado, deseaba mucho ver una precuela para conocer mucho más sobre el llamado "Ronin-verse", especialmente los inicios de la guerra que desencadena todos los sucesos que vemos en la serie, como que sólo una de las tortugas esté viva.
Pero por otro pensé... ¿en verdad es necesaria una secuela? Era algo cantado que terminaría sucediendo teniendo en cuenta las últimas páginas de la serie, innecesarias para mi por cierto. Spoiler: la presentación de una nueva generación de tortugas mutantes cuya creación es forzada por Casey Marie, un gesto de la joven que no me gustó en absoluto por cierto.
Y es que simplemente por ese hecho parecía que Last Ronin (LR) ya no había nacido por el deseo de llevar una idea bien atractiva que Eastman y Laird apenas bocetaron en su día si no más bien parecía una excusa para probar una idea arriesgada para responder a la siguiente pregunta: ¿Cómo se tomarían los fans unas nuevas tortugas diferentes a las anteriores? Que LR era sólo una introducción para la presentación de dichos nuevos personajes y, dependiendo de las reacciones de la gente, continuar con el proyecto o no de lavado de cara y actualización.
Por suerte no han arriesgado lo suficiente como para centrarse, al menos por el momento, en el exclusivo desarrollo de las cuatro nuevas tortugas. He aquí donde entra la parte de la precuela... pero inexplicable y decepcionantemente enseguida supimos que no completaría el trasfondo mencionado muy por encima en la serie original si no que se centraría en explicar por qué el Ronin tardaría unos 17 años en regresar a Nueva York para consumar su venganza.
EMPIEZA BIEN PERO VA PERDIENDO FUELLE
Y es que LY empieza muy bien, metiéndonos de lleno en la acción, concretamente cuando el Ronin, tras alejarse de todo tras perder a toda su familia, llega a ese punto de inflexión donde decide que ya ha tenido suficiente y decide embarcarse en el viaje que le llevará de vuelta a Nueva York... bueno, no exactamente. Eso es lo que se intuía en la primera parte pero en LY se nos presenta un paréntesis alejado de esta idea.
Me explico: dicho paréntesis empieza, efectivamente, con el fin del retiro del Ronin pero se plantea un nuevo motivo para la justicia que nada tiene que ver con lo sucedido en su pasado si no que es una simple promesa dada a un moribundo... con quien no le une ningún hilo por cierto, si no que parece moverse únicamente por la empatía. Suena un poco absurdo pero realmente hay dos motivos por los que la idea, un poco cogida con pinzas, puede tener sentido.
Primero porque crea un efecto espejo en la mente del Ronin: extrapola sus propios deseos de venganza pero excusándose en satisfacer los deseos de un tercero como es el moribundo. En el fondo sabe que tiene tanta rabia y dolor que su impulso es volver a Nueva York y hacer justicia para vengar a su familia, aunque eso le cueste la vida... pero sin verse capaz de dar el paso definitivo, lo dará por otro en su misma situación.
Segundo y último, él es un Ronin. Sin hogar real ni señor al que servir, sólo dando tumbos como un vagabundo aceptando encargos de otros. También podríamos decir que está el honor, el deseo de defender a los más débiles, bla bla bla... todo eso, ya me entendéis.
Así que he aquí la excusa de su ausencia por tantos años: perseguir a un nuevo villano, Deathworm, desde Japón hasta Mongolia y, desde aquí, hasta Roma atravesando toda la vastedad de Europa, moviéndose por tierras asoladas por la radiación por culpa de un accidente nuclear de altas proporciones. Guau, la cosa promete. Puede tener su punto pero sigue picando que hayan optado justo por esto cuando tenían tanto que contar sobre el Clan del Pie, Hiroto y el propio Clan Hamato.
Aún así el viaje con tintes épicos resulta atractivo, si bien se verá interrumpido al entrelazarse con los días futuros, donde acompañaremos a cuatro nuevas tortugas durante años en sus entrenamientos. Algo que por otro lado, aunque a veces puede resultar entrañable, no despertaba ningún interés especial en mi.
Pero volviendo a la chicha, el viaje épico del Ronin, éste empieza bien pero poco a poco caemos en la cuenta que es... repetitivo e incluso cliché. El resumen es: llega a un sitio, se queda durante años porque parece encontrar un lugar ideal para vivir para que aparezcan los chicos malos y lo manden todo a freír espárragos. ESTO PASA DOS VECES. O llega y pum, señor mayor y sabio que sabe artes marciales trata al Ronin como si fuera un principiante inepto y le entrena desde cero, provocando que así "suba de nivel" y esté listo para continuar su viaje... como si todo lo que ya supiera valiera nada. Splinter, fuiste un maestro horrible, pero como estás muerto no puedes discutirlo.
¿Y el número 4? Mira que ahí podían tener chicha para desarrollar cositas, especialmente enfocando la parte de los mutantes, pero no sólo pasan muy por encima si no que se centran en lo que ya hemos visto una y otra vez como son las arenas a muerte. ¿Quizá sólo era un guiño a la Mutant Town de la serie principal de IDW pero abordándola desde un punto de vista retorcido y deprimente?
Lo único que me gustó y sorprendió de esta parte es la aparición del personaje de Abigail Finn, la cazadora de monstruos, un personaje exclusivo de la serie de 2003 que aparecía en un único capítulo, si bien es cierto que aquí abordado con un trasfondo ligeramente distinto. Completamente desaprovechada por cierto.
Teniendo esto en cuenta ¿de qué me sirve que el Ronin pase por nuevas pérdidas, acumulando más fantasmas a su vera, si estos ni siquiera aparecían en la serie original? Tampoco son personajes a los que llegues a coger cariño porque apenas te los presentan ¡pum! mueren. Para el Ronin pasan años sí, pero para el lector son unas pocas páginas. Puedes entender que él cree un vínculo pero a ti eso te da igual, ni siquiera te lo parece. No lo SIENTES siquiera... porque no hay espacio para plasmarlo.
Y es que esta es la sensación en general con toda la serie. Se supone que pasan unos 17 años, tanto en el pasado como en el futuro (o eso intuí) pero condensados en apenas 5 números. ¿Quién puede pensar que esto funcione? El ritmo se siente demasiado rápido fuera de las páginas mientras que dentro se antoja espeso como el aceite.
Como ya dije se repite también la fórmula de entrelazar pasado con futuro pero en LY la diferencia es abismal con LR. ¿Por qué? Porque en LR resulta tan fascinante lo que sucede en el pasado como lo que sucede en el futuro y aquí, en cambio, el pasado apenas resulta interesante mientras que el futuro carece de total encanto.
Lejos de resultar un soplo de aire fresco para mi las nuevas tortugas resultaron una auténtica molestia, ya que ocupan valiosísimas páginas que podían haber permitido hablar más del pasado lejano, en los tiempos en que el resto del Clan Hamato estaba vivo o haber dado pie a más material para elaborar una trama más atrayente para el Ronin que la que nos han traído. Es que además han tenido el descaro de darles las mismas armas que a sus predecesores: yo leyendo a gente en foros aportando ideas sobre armas nuevas para ellas... y me salen con este refrito.
¿Lo más divertido de todo esto? Hay chicas tortugas nuevas. O Peter Laird se está dando más pomada encima de las quemaduras producidas por Jennika, Lita y Venus mientras da volteretas o al final ha terminado aceptándolas con un cálido abrazo de bienvenida.
En fin, hasta aquí mi análisis. ¿Qué os ha parecido a vosotros? ¿Si se atrevieran a sacar una serie exclusiva con las nuevas tortugas le daríais una oportunidad o pasaríais de ellas?
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