24 de enero de 2018

[Reseña] La doctora Cole - Noah Gordon




Intentando retomar un poco la costumbre de escribir por aquí (ahora que ando obtusa para los fic) me he decantado por hablar sobre el último libro que me he leído, que no el primero en acabar del año, y se trata de La doctora Cole de Noah Gordon. ¿Recordáis El médico, aquel libro que dejé en el puesto de lo maravilloso hace tiempo? Pues bien resulta que formaba parte de una trilogía, y yo sin saberlo, pero me equivoqué en el orden y me salté Chamán (upsii)

En cualquier caso, aunque todos narren aventuras de los médicos Cole (obvio, descendientes todos del protagonista de El médico) no influye para nada (eso creo) el orden de lectura, si bien quizá pueda haber alguna referencia que se nos pase por alto.




Mientas lo leía ojeé por diferentes prácticas numerosas críticas a este libro y todas coincidían en una cosa: es flojo. Y efectivamente, así es. No esperéis un libro como el original, por descontado, si bien a mi si me ha entretenido y me ha gustado todo excepto el final, que me ha dejado bastante fría.

El contexto histórico en el que se enmarca el tercer libro de esta trilogía es en nuestra época actual, exactamente en los años 90. La doctora Cole es una mujer entrada en los cuarenta que se divorcia de su marido, se harta del estilo de vida que lleva en la ciudad (Boston) y acaba mudándose, sin buscarlo al principio, a un pueblo llamado Woodfield para convertirse en médico rural. Aquí conocerá a mogollón de personas, se encontrará con un trabajo duro y exigente, conocerá de nuevo el amor y todo por buscar aquello que más anhela: recuperar los valores médicos antiguos donde el doctor y el paciente compartían un vínculo profundo.

El libro es una clara crítica, en todo momento, al sistema de sanidad privado que impera en EEUU donde todo depende de tu nivel económico y de tu aseguradora; si no tienes pasta no puedes acceder a un servicio médico mínimo. A R.J, siglas con las que se hace referencia continuamente a la protagonista y que al principio se me hizo muy extraño, esto le saca de quicio y desearía que se implantara el mismo sistema que se sigue en los países europeos, donde cada ciudadano paga un impuesto y todos, independientemente de nuestra situación económica, tenemos derecho a la asistencia médica.

También otro tema bastante delicado que se aborda en la novela es el tema del aborto; las dificultades por las que pasa la protagonista, que llegan a las amenazas e intimidaciones, por practicar abortos de primer trimestre los jueves por la tarde en una clínica para tal fin son dignas de mención. ¿Quiénes las llevan a cabo? Manifestantes que enarbolan el sentido moral, ético y religioso; las mismas personas que tanto presumen de ir con eso por delante son capaces de asesinar y amenazar a otra porque realiza algo contrario a su opinión. Como la vida misma, muy bonito y con mucho sentido, sí señor. Me sacan de quicio os lo juro, pero por desgracia así es el mundo. R.J es de las que tienen mi opinión: una mujer debe decidir sobre su propio cuerpo, si bien en mi caso agrego que deben hacer lo posible por evitar embarazos no deseados, que por medidas no queden: preservativos, DIUs (aunque esto solo vale si ya has sido mamá), pastillas o parches anticonceptivos y diafragmas femeninos. Que también está el tema de las dichosas ETS oigan.


Una de las cosas que pueden puntuar negativamente al libro, limitándome a compararlo objetivamente con El médico, es que mientras que en éste nos cuentan la vida casi al completo del protagonista (desde su niñez a la madurez) aquí sólo tenemos un par de años para que luego frene tan bruscamente y en un momento tan crucial para la protagonista que me he quedado como mirando durante unos segundos la página virtual pensando que debía haber un error porque era la última. Pero no, tan bruscamente como empieza esto termina.
Por no hablar, además de que me da la sensación de que el libro es demasiado directo (quizá haya contribuido que mi ejemplar estuviera mal maquetado), que de un párrafo me estén hablando de lo que hace R.J. con su huerto a contarme una enfermedad de un paciente para luego cortar bruscamente y hablarme de un día de paseo por el bosque... no sé si me explico, pero si lo habéis leído supongo que me entenderéis.


La doctora Cole es un libro que consigue entretener y que engancha, en cierto aspecto, a continuar leyendo. Pero su ritmo me parece demasiado rápido, como que quiere contar muchas cosas pero de modo tan rápido y tantas que queda un tanto caótico a veces, aunque me ha resultado muy instructivo de cara a repasar sobre el sistema sanitario estadounidense y su funcionamiento interno. Está a años luz de El médico y, aunque las comparaciones sean odiosas, no puedo decir otra cosa, pero tampoco me parece tan endiabladamente malo como lo pintan. Simplemente, es normalito, no destacable, ideal para leer entre medias de sagas para desconectar.


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