20 de octubre de 2014

[Crítica] Depredador: Captive (1998)



Siguiendo con el ciclo de cómics de Depredador le llegó el turno en mi lista de lectura a Predator: Captive (Cautivo) publicado en un sólo número por Dark Horse Comics en mayo de 1998.


La historia nos traslada a unas instalaciones de lo más guarrindongas donde un tal Falkner es testigo de lo que el millonario Tyler Stern ha conseguido crear con su dinero: ha recreado un ecosistema de manera  artificial y cerrado para albergar en su interior a un ejemplar de Depredador. A pesar de la soberbia del Sr. Stern (o más bien su obsesión) sobre lo que ha conseguido y sus ganas por aprender más del cazador, Falkner, quien conoce de sobra a la especie, le ha advertido que puede que el Depredador sepa más de lo que parece, que quizá el que está siendo estudiado es Stern por la criatura y que su proyecto no es viable por lo peligroso del espécimen que alberga en su interior.
Pronto veremos que sus advertencias no eran vanas pues el cazador se habrá cansado de seguir el juego y decidirá hacer lo que mejor se le da: matar.


A pesar que la historia, escrita por Gordon Rennie, me ha parecido más que interesante al igual que su desenlace pero no puedo decir lo mismo del dibujo de Dean Ormston, que no me ha parecido nada bonito, si no más bien... personal, con su propio estilo eso sí. Los humanos tienen el pase pero el Depredador... cuando le vi me pareció más un Superpredator como los que salen en la última película de la saga que a los originales. Me pareció otra criatura totalmente diferente a lo que estoy acostumbrada a ver y eso hace que el cómic en cuestión me parezca fuera de lugar.


1 comentario:

  1. Al contrario, sería mala si pusiera spoilers, cosa que no deseo pues a muchos nos molesta.

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