4 de diciembre de 2016

[Reseña] El tiempo es el que es - El Ministerio del Tiempo


He pecado en leerme el libro antes de terminar la segunda temporada de la serie El Ministerio del Tiempo, con lo cual me he comido un par de spoilers ricos, pero no me arrepiento de haberlo leído, más bien, me digo a mi misma "¡termínate la serie de una vez!"

Con El tiempo es el que es tenemos la primera novela basada en la popular serie de Televisión Española que, si bien tiene algunas lagunas estructurales en cuanto a conceptos se refiere, es sin duda una estupendísima manera de pasar nuestro rato de paso aprendiendo historia, motivo por el cual merece todo el apoyo del público y los medios. 
En casa nos gustaba mucho, por lo que decidí regalárselo a mi madre que, tras leerlo, me lo ha dejado para que lo leyera yo a mi vez.

A mi la historia siempre me ha gustado mucho, no tanto como para empaparme como con otras ramas pero sí lo suficiente como para disfrutar del género en novelas y televisión. Allá voy pues a comentaros un poco lo que me ha parecido la lectura.



En El tiempo es el que es, frase que suele utilizar Salvador de manera casi lapidaria, se nos presentarán tres casos diferentes en los que nuestra patrulla favorita intervendrá, cruzándose como siempre con diversos personajes históricos y es que, para aquellos que no lo sepáis, el Ministerio del Tiempo vela por salvaguardar la historia tal como es, evitando que cambie por acciones externas e imprevistas usando como medio de desplazamiento unas puertas intertemporales que te llevan a diferentes épocas del pasado. Todo desde el más estricto secreto.

El primer caso será "El conde del tiempo", cuyo origen se debe a que en la biblioteca de un convento un fotógrafo toma una instantánea de un códice del siglo VIII donde se lee escrito a mano "Me llamo Elías Sotoca y estoy atrapado en año 808 en el castillo de Saldana. Llamen al 702 400 400. Es urgente. PS: este beato no es una copia; es el original, imbéciles" por lo que patrulla se pondrá en marcha para intentar ayudar al tipo de marras.

El segundo caso "Después del buen tiempo, la tempestad" donde los protagonistas deberán salir del embrollo en el que se meten tras el primer caso teniendo que viajar a la Península en barco en el siglo XVII, conociendo de paso a otro personaje histórico tan increíble como polémico, la Monja Alférez, cuya biografía no tiene pérdida.

El tercer y último caso tendrá lugar en una época más cercana. "Tiempo de espías" nos trasladará a los albores del final de la Segunda Guerra Mundial donde la importantísima Operación Mincemeat correrá peligro de jamás llegarse a realizar, y ya sabéis lo que eso puede significar. Aquí además Ernesto se sumará a la patrulla y decir que aparecerá Lola Mendieta, aquella mujer misteriosa apóstata que, como bien nos dicen en el prólogo, los creadores se quedaron con ganas de desarrollar más en la serie de tv.

La Monja Alférez, su vida de travestida es sencillamente, la repera. 
Normal que la colega pasara por hombre.

Si os gusta la serie os va a encantar, ya lo digo, por múltiples razones. Una de ellas es obvia, porque Anaïs Schaaff y Javier Pascual, guionistas de las serie, son los que escriben las tres historias que vienen aquí. Por otro lado además ya en el prólogo nos comentan que pertenecen a guiones descartados de la serie original pero que les gustaría incluir en futuras temporadas.

Al ser los mismos guionistas que en la serie esto nos lleva a que que plasmarán las personalidades de Julián, Amelia y Alonso tal y como son en la serie, junto con el resto de personajes secundarios como Salvador, Irene, Ernesto o Angustias. Y yo es que, mientras leía, resonaban los diálogos en mi mente con las voces de los protagonistas e incluso me los imaginaba gesticulando en su interpretación más que digna; el valiente y supersticioso Alonso con su manera arcaica de hablar, la prudente e inteligente Amelia y Julián, el bocas. Equipazo que nos sacará más de una sonrisa durante la lectura, derrochando en cada página ese desparpajo español que tanto nos caracteriza.
Su redacción es limpia, amena y en absoluto tediosa, creando un equilibrio bastante bueno entre descripción de lugares, acciones y diálogos que, como digo, hará que el tiempo vuele literalmente a vuestro alrededor mientras vosotros, casi estáticos, vais pasando sus hojas.

William Martin, base de la Operación Mincemeat que inclinaría la balanza hacia la victoria de los Aliados.

Ya digo, si sois amantes de la serie leéroslo porque os encantará tanto como la misma. Pero ¡eso sí! Aseguraos de haber visto la serie completa para evitar algún pequeño spoiler, pues el libro está ubicado entre medias de un par de capítulos de la segunda temporada.

2 comentarios:

  1. Lo disfruté muchísimo, de hecho, cualquier ministérico lo disfrutará porque las tres historias son estupendas. Creo que la que más me gustó fue Tiempo de espías, pero me gustaron mucho las tres. Desando estoy que vuelva la serie pero parece que hasta mayo nada, así que algo de tiempo tienes para terminar la serie que te quedan varios episodios gloriosos, especialmente el de cierre de temporada que es de lo mejor que he visto en tiempo.

    Saludos fremen.

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    1. Uf sí, creo que el último que vi fue justo cuando descubren el paradero de Julián, o sea que fíjate.

      A mi me han gustado muchísimo las tres historias también aunque no sé cuál decirte la que más. Ya vi también tu crítica pero sólo la leí por encima porque me lo iba a leer.

      Ya comentaré algo sobre la 2ªT.

      Un saludito!

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