19 de septiembre de 2022

[Crítica] Prey (2022): Una digna precuela para la saga de Depredador

 


Admito que estoy más enganchada a Twitter de lo que me gustaría. E igualmente admito que, cuando vi por primera vez esta película mencionada por allí no pude evitar reaccionar como siempre hago cuando se anuncia algo nuevo sobre un tema que me encanta: tomarlo entre una mezcla de alegría y de reserva.

A poco que hayáis pasado por aquí no será ninguna sorpresa para vosotros que me gusta mucho la saga Depredador, independientemente del sentido más o menos plausible argumental o racional que pueda tener la existencia de un extraterrestre con una tecnología increíblemente avanzada pero con unas costumbres muy primitivas, y que no es la primera vez que os traigo a esta criatura por aquí. No en vano hay unos cuantos números reseñados de sus cómics (menos de los que gustarían) así como todas las películas en profundidad (sobre todo las más antiguas), cuyas entradas aquí os dejo linkeadas por si os apetece echar un ojo.

Pues bien, en un mes me he visto esta película un par de veces y tranquilamente me la podría ver otras tantas porque me ha gustado muchísimo más de lo que esperaba. Me ha sor-pren-di-do gratamente y aquí vengo a deciros por qué, intentando hacer los menos SPOILERS posibles.


Como digo, no sabía cómo reaccionar cuando vi que la nueva película iba a tener trasfondo de nativos americanos, ya que teniendo en cuenta la tecnología manejada por el Depredador pues como que a los pobres indios les iban a dar para el pelo bastante por lo que me pregunté cómo se las ingeniaría la protagonista para hacerle frente. 

Y es que en esta ocasión la que le plantará cara al maloso cazador será una mujer. Yo diría: ya iba siendo hora. Quiero además destacar que el personaje de Naru, interpretada por Amber Midthunder, que me ha gustado mucho, no como otras tantas féminas Mery Sue que se nos ponen actualmente tan a menudo en pantalla. Porque a pesar de que se llega a oler algo de mensaje feminista al menos lo hace de una manera más que aceptable, pues Naru es una chica comanche que quiere ser una guerrera a pesar de que, quizá salvo su hermano, nadie cree en ella. El motivo que da para dedicarse a cazar es que nadie cree que pueda hacerlo, no la toman en serio como digo y eso sólo hace que la chica se esfuerce más y más en conseguirlo.  Sentimos su frustración y su determinación, la vemos esforzarse, ser ingeniosa y capaz... básicamente consiguen que EMPATICEMOS y que CREAMOS en ella, la hacen REALISTA y en absoluto resulta pretenciosa. Y eso la diferencia de los personajes mencionados anteriormente por mi, como me parece por ejemplo Rey o la nueva Mulán (lo siento si a ti te gustan, pero es que a mi en absoluto) aunque sí me hubiera gustado que se supiera algo más de ella así como de la relación con su padre, que parece que algo pasó con él que caló tanto a ella como a su hermano.

Así ya a modo de curiosidad, Naru me ha recordado muchísimo al personaje de Ayla de la saga de libros de J.M. Auel, Los Hijos de la Tierra, porque tienen muchas similitudes: ambas son fuertes, ambas tienen conocimientos de curación y ambas son cazadoras. La única diferencia es que Ayla es una mujer cro-magnon adoptada por Neanderthales y Naru es una joven comanche que se cría con su familia en su propia tribu.

Una chica guerrera de las de verdad. ¡Ole y ole!


Por otro lado me encantaría destacar la maravillosa capacidad de inmersión que tiene la película. Hay partes en las que no hay nada de música, sólo el ruido de las pisadas, los crujidos de las ramas, de las hojas y gruñidos de animales. ¡Y eso es fantástico! Podría haberme tirado, sin exagerar, toda la película sólo viendo a Naru pasear en compañía de su adorable perro Sarii, entrenar con su tomahawk o trenzar fibras para hacer cuerdas, buscar plantas y preparar remedios o cazar. Me ha parecido súper relajante y bonito de ver, la verdad.

El ritmo de la película es más que correcto, ya que permite conocer a los personajes lo suficiente para entender sus motivaciones y aspiraciones, al igual que para empatizar con ellos enlazando acertadamente escenas paisajísticas, de diálogo y de acción. Me ha gustado mucho cómo han introducido la subtrama de la presencia del hombre blanco que enseguida deducimos por un par de detalles que iremos viendo según avanzan los minutos. Obviamente era necesaria su presencia para asegurarnos muy buenas peleas entre el Depredador y los humanos.


Que por cierto, no sé a vosotros, pero a mi las escenas de acción me han flipado y el Depredador se luce bastante en las mismas, quedando muy realista y fluido debido sin duda a que no han abusado del CGI. Es muy satisfactorio verle reventar las cabezas a los tramperos canallas aunque siempre se pueden poner más y más, pues te quedas con las ganas. 

Hablando de la criatura que aquí sale decir que su aspecto es algo diferente a los de las anteriores entregas debido a que se trata de otra especie distinta a la acostumbrada (se le llama por los creadores Feral Predator y por lo que dijeron es del mismo planeta que los originales aunque de otra región) y que me ha flipado su arsenal un tanto steampunk en contrapunto con el resto de la película: es tecnología avanzada pero no tanto como la que siempre vemos y su equipo tiene cierto toque antiguo que me parece chulísimo, como esa máscara o el hecho de que no tenga cañón de plasma y sí un escudo en forma de abanico que también puede usarse a modo de arma. Tiene cierto sentido, ya que como destaqué en la entrada de Alien vs Depredador, no me creo que pasen cientos y miles de años y esta gente no haya cambiado ni un ápice ni su estética ni su repertorio de gadgets.


¿Algo malo que decir de la misma? Por ponerme un poco mojigata decir que la manera en que el Depredador es derrotado es un poco forzada, por no hablar que la forma de proceder del mismo en alguna ocasión me ha resultado chocante o absurda.

He aquí un ejemplo: cuando cae en el cepo y se le echan encima los tramperos que estaban ocultos. Cuando lo vimos la primera vez en casa dijimos: "What? Por qué cae en el cepo? Es tonto o qué?" teniendo en cuenta que antes él vio a Naru caer en uno...  pero justo parece, dado por cómo da la vuelta a las tornas, que lo hace a propósito, aunque queda un tanto confuso. Realmente da a entender que en realidad este Depredador es muy astuto y no parece importarle el autolesionarse si así consigue dar y abatir a sus presas. 

Ahora bien, este procedimiento tan retorcido del colega nos ayuda para lo que he mencionado justo encima. ¿Me dices que este ejemplar es tan avispado como para hacer ese tipo de jugada pero luego no es capaz de darse cuenta de que si dispara a Naru sin su máscara nunca la va a acertar? ¡Ya le pasó con su hermano al que disparó hasta en 3 ocasiones y fallando en todas! ¿Aún así insiste hasta una 4ª? ¿Acaso no conoce su propio arsenal? ¿No hay forma de anular el disparo teledirigido por la mira láser para que el dardo vaya a dónde está apuntando él manualmente? ¡No me lo creo! ¿Tan tonto es de insistir e insistir e insistir? La única explicación que le encuentro es que está en tal estado de shock por sus heridas y por estar en el pozo de barro que ya no es capaz de razonar bien, pero... por el contrario las luchas con el lobo ahí agazapándose para ponerse a su altura mientras que con el oso opta por la pura fuerza bruta igual que su presa son, en cambio, canela en rama.

¡A 1€ el abanico to reshulón que te da aire, como que te para las balas como que te rebana cabezas! ¡Ay, que me lo quitan de las manos, miarma!

A pesar de ese detalle la esencia de la saga original de Depredador está ahí, han sabido captarla y los amantes de los clásicos sabemos apreciarlo, y no es de extrañar porque ya dijeron que siempre quisieron recrear la primera entrega en muchos aspectos, algo que han conseguido con creces como ya he dicho. No en vano hay una frase dicha por uno de los personajes que es sacada literalmente de la misma: "si sangra, podemos matarle".

Os la recomiendo encarecidamente; con deciros que es de las pocas películas, o casi la única, que según terminó me dieron ganas de ponerla otra vez del tirón...


¡Por cierto! Antes de despedirme y cerrar esta entrada, decir como curiosidad que con la última escena del revólver han matado dos pájaros de un tiro: han conectado esta película con Depredador 2 y han descanonizado el cómic de 1718 que, aunque guay, no era exactamente lo que yo me había imaginado. Ahora lo que me gustaría es ver otra película donde salga Greyback haciéndose con ese arma... o pegándose con un Feral Predator de estos, ya puestos.


¡Fin, ahora sí! ¿Qué os ha parecido a vosotros? ¿Os ha gustado tanto como las originales o no? ¿Qué más os ha gustado y qué menos os ha convencido?

1 comentario:

  1. Supongo que esa parte es una mezcla de todo pero chirría demasiado como para que te deje indiferente ¿verdad?

    La historia de Naru es una proyección de la del propio Predator si te das cuenta, pues ella también quiere cazar y pasar su ritual para convertirse en guerrero de su tribu. Yo también eché en falta una motivación más consistente que sólo "quiero hacerlo porque nadie cree en mi" ya que hasta su madre la intenta hacer ver que la caza no lo es todo (que razón no le falta) como, yo qué sé, que vio a su padre morir delante de ella porque un oso/lobo/puma lo mató y ella no supo usar el arma para defenderle... pero en realidad, como me dijo mi padre, no hace falta tanta profundidad: siempre hay gente que se sale el camino establecido simplemente, sin más... y tiene razón. Además yo misma hice algo parecido, porque estando en el insti ideé a una hembra de Yautja que quería cazar porque quería emular a su padre, que había caído intentando cobrarse una reina Alien y se hace pasar por macho para pasar las pruebas de sangrado y que la dejen participar :P Luego hay cómics y libros que te dicen que las hembras Yautja cazan y son casi peor que los machos, pero eso ya depende de la licencia de cada uno, no hay nada propiamente canon establecido en ese aspecto.

    La de Predator de 2010 es entretenida sin más, la de The Predator igual y lo mejor es la escena del escape del laboratorio y el Yauja casi en pelotas... lástima que no se atrevieran a dejarle con eso al aire para que ya se establezca un canon aunque sea un tanto tambaleante UwU aunque casi dan a entender que ellos ya no nacen si no que se crean en laboratorios.

    ¡Un saludito!

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