3 de septiembre de 2011

Thrall y El Crepúsculo de los Aspectos


Como ya mencioné anteriormente por aquí, me hice con un ejemplar de "Thrall y el Crepúsculo de los Aspectos". Como todos los que me conocen saben, Thrall es mi personaje favorito del universo Warcraft; no sé si porque el primer libro que leí de Warcraft era sobre él, El Señor de los Clanes en el que le conocí siendo un bebé o por el propio personaje en sí. En realidad creo que es por cómo es; los orcos siempre son los feos, los crueles y los malos de la película pero éste en concreto es la excepción que rompe la regla, por eso debe ser que me gusta.
Para todo aquel que no tenga mucha idea de él (aunque cualquiera que se digne a jugar a estos juegos le conoce en menor o mayor grado) le invito que se lea los libros y le meta caña al Warcraft III, que aparte de ser un juego de estrategia muy molón aprende mogollón de los principales y actuales protagonistas del citado mundillo.



En esta ocasión los eventos tienen lugar poco después de la salida de Deathwing (Alamuerte) de las entrañas de la tierra, sucesos que provocaron el Cataclismo (actual versión jugable en el sever ofi del WOW). Thrall, al igual que otros chamanes y como ya se vio en Devastación: Preludio al Cataclismo, intenta sanar unos espíritus elementales erráticos y peligrosos, pero se ve incapaz de ayudar debido a sus conflictos internos. Mientras tanto los dragones tampoco se lo están pasando bomba. Desde la necesaria muerte de Malygos los vuelos del dragón se encuentran divididos e incluso enfrentados y sobre ellos pende la amaneza del Padre Crepuscular, que dirige una secta cuyas intenciones no son buenas, a la par de que un futuro de lo más negro está aguardándoles al final de todo esto. Un futuro que puede significar el fin de la vida.
Thrall ignora todo esto, como tampoco sabe que muy pronto se requerirá su intervención para ayudar a los vuelos, siendo su única esperanza para poder salir airosos de sus problemas. Así se embarcará en un viaje donde no sólo deberá demostrar de qué pasta está hecho sino que le servirá para encontrarse a sí mismo y terminar de una vez por todas con sus dudas.

Ni falta que hace decir que los principales personajes que salen en la historia son Thrall, Alexstrasza, Ysera y Nozdormu, amén de algunos más pero que no quiero desvelar para evitar spoilear. Todos son bastante conocidos si nos hemos leído los libros o jugado a los juegos; estoy bastante satisfecha con sus intervenciones y desarrollo porque todos me gustan de un modo u otro.
Las aventuras que Thrall vive en este libro, por otro lado, son bastantes molonas y entretenidas y, la lectura bastante fácil. Se echan en faltan otros personajes igualmente interesantes, como Jaina Proudmoore o Garrosh Hellscream pero no todos los que me gustan tienen que formar parte de la trama. Aventuro a decir que nos llevaremos algunas sorpresas, eso sí.
Algunos de los paisajes y entornos que visitaremos en el libro serán los mismos que visitados en el juego (dependiendo de nuestas zonas de leveo y bando, claro) como Feralas, La Vorágine o Las Cavernas del Tiempo, entre otros.

En cuanto a la historia en sí es simplemente un complemento no obligatorio para conocer más de los sucesos que nos son mencionados en el juego, ya que todo esto tiene lugar poco antes de lo que podremos ver en el WOW (dependiendo de los parches aplicados y demás, pero hay cierta escena de Thrall y Aggra que aquí aun no ha sucedido). Por otro lado, eso no deja que plasme aquí mi opinión en el sentido de que últimamente me da la sensación de que las cosas que deciden que pasen ahora en Warcraft no las tenían pensadas en un principio, hablando de tiempos del II o III, ya que algunos sucesos los veo que ocurren demasiado justos o forzados, como ya le mencioné a Krower. Y esque el giro que da el propio personaje de Thrall, suavizado por los libros, es muy grande, una lejana realidad de lo que quizás todos llegamos a imaginar.

Creo que simplemente todas estas historias tienen lugar debido a alargar el universo de Warcraft continuamente, teniendo que tomar a veces caminos arriesgados para poder conseguirlo, algo que pasa en muchas continuaciones de juegos, series o películas, como en Alien, Los Simpson o Tomb Raider. Alargar todo tanto puede acabar por distanciar y perder el mensaje y esencia iniciales, teniendo delante de nosotros algo que no sabemos ni qué es y que poco tiene que ver con el principio. Temo que finalmente con Warcraft acabe ocurriendo esto, ya que los fallos y contradicciones están ahí, sólo es cuestión de tiempo de que se agrave más.

Dejando de lado rollos y especulaciones el libro me ha parecido entretenido y vistoso, sobre todo gracias al carisma de los protagonistas (Aspectos y Thrall) y a mi devoción por ellos. Pienso sin embargo que contradice en algunos detalles ciertos pasajes y eventos, pero pueden ser perdonados por lo entretenido de su historia.

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