14 de agosto de 2019

[Crítica] Cisne negro




Llevaba bastante tiempo queriendo ver Cisne Negro de Darren Aronofsky pero no ha sido si no hasta hace bien poco que he tenido la ocurrencia de acordarme y decidir viosionarla de una vez. Ya me llamó la atención hace años y años cuando vi el tráiler por televisión y, aunque el ballet nunca me ha resultado muy llamativo, sí lo son las películas donde una protagonista en apariencia frágil y vulnerable tiene que afrontar retos o problemas que permitirán comprobar lo fuerte que es en realidad.



Una famosa y prestigiosa compañía de ballet de Nueva York se propone traer de vuelta a los escenarios el clásico El Lago de los Cisnes (con algún que otro cambio respecto al original) y para ello buscan que la misma bailarina interprete tanto al Cisne Blanco como al Cisne Negro. Nina Sayers, interpretada genialmente por Natalie Portman, verá su oportunidad para alzarse con el papel y conseguir así su deseo de convertirse en una estrella. 


He de decir que pertenezco a esa mayoría a los que les ha gustado la película y creo que lo que más destacaría de todo, aparte de las escenas de ballet, sería precisamente la protagonista: Nina es una joven introvertida que vive con una madre en exceso controladora y protectora, que tiene un jefe un tanto déspota que usa la sexualidad para dirigir a sus bailarines (palabras del propio actor Vicent Cassel). Pronto veremos que Nina vive por y para el ballet, sin permitirse prácticamente ni un respiro con tal de alcanzar esa perfección que tanto ansía.

Como bien ocurre en otras películas como La semilla del diablo o La flor del mal seguiremos siempre a la protagonista, por lo que todo lo que veamos sucederá siempre en su presencia y, en este caso incluso, veremos el mundo a través de su perspectiva. El problema viene cuando Nina, víctima de una inmensa presión, empieza a mostrar claros síntomas de psicosis. Es en este punto cuando tanto ella como el espectador no sabrán separar lo real de lo que no es real, cuando todo su mundo se romperá en mil pedazos porque la niña pequeña en la que se empeñan en encasillarla choca de lleno con la mujer que realmente es moviéndose en un mundo de adultos.
El propio título de la película dice mucho más de lo que puede parecer en un principio: el cisne negro lucha contra el blanco para demostrar su supremacía pugnando por liberarse del hechizo que le mantiene prisionero pudiendo extender así sus alas para alzar el vuelo y ser libre. De la misma manera Nina encuentra otro cisne negro en Lily (Mila Cunis) que hace peligrar su posición frente a su objetivo y frente a Leroy, su jefe por lo que no es de extrañar la explosión que tiene el desenlace para el espectador.

Por todas estas metáforas que no ves llegar es tan genial Cisne Negro y, aunque te puedas oler el desenlace, simplemente por la manera en que nos meten de lleno en la psicosis de la protagonista (muy del estilo del videojuego de Senua's Sacrifice) hacen que merezca la pena su visionado. Como siempre Natalie Portman no decepciona en absoluto.


4 comentarios:

  1. No he visto la película, pero sí he leído que está levemente inspirada en Perfect Blue. Al parecer el Nolan es fan de Katoshi Kon.

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  2. Te vas a hartar de verla bailar porque hizo el 90% de las escenas de baile, tan sólo cuando debía permanecer mucho rato de punta era una doble, por lo visto. Y sí, es un drama... pero me gustó

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  3. Sí eso he leído pero luego el director ha dicho que no es cierto lo que dice Lane, que sólo la sustituyeron cuando la cosa se ponía larga con las puntas... por otro lado parece que en su niñez Portman ya interpretó danza, tuvo un duro entrenamiento para aprender lo del ballet... ahí está la historia, que no sabes si es verdad todo o no. Pero a mi eso me da un poco igual, la verdad, si bien lo suyo es adjudicar el mérito a quien lo haya cosechado.

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