He de admitir que llevo meses detrás de esta preciosa tacita de Chip, ya sabéis, el hijo de la Sra.Potts de la Bella y la Bestia. Este producto de Primark ha tenido un enorme éxito y es por eso por lo que, cuando la conocí, me dió la sensación de que iba a ser todo un desafío conseguirla... pero tras ver el panorama, veo con rabia e impotencia que me voy a quedar sin ella.
A todo aquel que piense que soy una niñata que está llorando por una taza que vale 5 € se puede ir inmediatamente del blog y que se ahorre de ponerme nada en los comentarios. Sólo estoy exponiendo un pensamiento que siempre he tenido pero aprovechando el tema de la susodicha taza, digamos que es una excusa para hablar de algo que siempre me ha rondado en la cabeza.