27 de abril de 2024

[Crítica] Bridget Jones - El despropósito de exprimir la gallina de los huevos de oro

  


Salvo que se viva bajo una piedra cualquiera puede, como mínimo, haber escuchado por estos lares alguna vez el nombre de Bridget Jones, la treintañera soltera y desastre con la que todas nos hemos podido identificar, en mayor o menor medida, cuyas obsesiones y extravagancias dejaba plasmados en su diario de una manera un tanto peculiar. Y todas hemos suspirado, más o menos, por el apuesto aunque tenso y serio Mark Darcy. Y más cuando éste adquirió el rostro de Colin Firth (admito que no fue hasta bien entrada la veintena que no empecé a considerarlo "guapo"). ¿O quizás sois de las que preferís más a Daniel Cleaver, el descarado sinvergüenza rompecorazones? (ni en mi adolescencia me atraía Hugh Grant aunque sí que me hacía simpático, aunque un NO en fosforito)

Da lo mismo porque Bridget termina haciendo su elección al final del libro (y de la película) si bien a partir de entonces todas pensaríamos que habiendo encontrado a su media naranja serían ¿felices y comerían perdices? Pues no, gracias a su creadora Helen Fielding, quien decidió estirar el chicle durante, nada más y nada menos, que 4 libros. 

¿Por qué digo esto? Porque salvo el primer y, si me apuras, el segundo libro, el resto son una pérdida de tiempo. Bueno, admito que no me he leído el cuarto (por el momento) pero es que tras leer el tercero a duras penas y por testarudez... uf. Así que de momento lo dejaré fuera, pero no descarto que si llego a leérmelo añada la crítica a esta colectiva.


Habrá spoilers.