17 de septiembre de 2012

[Análisis] Monkey Island 1: El Secreto de Monkey Island


Producida, desarrollada y distribuida por LucasArts en 1.990 nos llegó una de las aventuras gráficas que aun hoy en día cuenta con un gran número de seguidores y que marcó a otros tantos desde su comienzo: Monkey Island.  Esta famosa saga de piratas cuenta con nada menos que cinco títulos y unas cuantas ediciones especiales que nos devuelven los primeros juegos totalmente remasterizados y acompañados por numerosos extras para hacer las delicias de los fans. En este post hablo del primer juego, al que he re-jugado recientemente.

Un antiguo compañero del primer FP que hice me lo regaló cuando le dije que en mi casa nos gustaban mucho las aventuras gráficas, en un par de cd donde venían los tres primeros juegos. Empecé claro está por el primero, éste, pero cuando estaba cerca del desenlace fue justo cuando me cambié de ordenador por primera vez y perdí todo el proceso guardado que me dio pereza retomar en el XP.
Ahora, unos años después finalmente me he bajado un emulador (el SCUMMVM de MS-DOS) y he podido terminármelo. Bueno, vamos al meollo de la cuestión.


Manejaremos a Guybrush Threepwood, un jovenzuelo de lo más panoli cuyo propósito en la vida es convertirse en todo un pirata. Busca conseguirlo en Mêlée Island, un lugar donde parecen concentrarse la mayoría de los piratas de todo el Caribe. Allí los tres jefes le dirán que para ser pirata deberá pasar tres pruebas: vencer al Maestro de la Espada en un duelo a espadas, encontrar y desenterrar el tesoro de Mêlée Island y robar un ídolo de la casa del gobernador. Sin embargo esto es sólo el principio de un viaje en el que Guybrush  tendrá que hacer frente al pirata más temido de todo el Caribe: el malvado LeChuck y su tripulación maldita en el mismo corazón de la misteriosa y remota Monkey Island.

Los continuos golpes de humor que tiene MI harán que nos partamos la caja más de una vez pero también que nos quedemos encerrados otras tantas de veces y es que este juego es de todo menos fácil. En algunos momentos resulta de lo más retorcido y tendremos que probar de todo con todo si queremos avanzar y nos hemos quedado sin ideas. Y digo que el humor lo hace difícil porque algunas de las soluciones a los problemas planteados son de lo más rocambolescas.


Por muy antiguo que sea no ha perdido la originalidad y el frescor que causó hace años y nos mantendrá un buen rato pegados al ordenador. Su duración total, si lo pasamos sin dudas, no es demasiada, pero queda compensado por su alta dificultad.


Si os gustan las aventuras gráficas, las historias de piratas y el humor deciros que ya estáis tardando en jugarlo, puesto que Monkey Island tiene de todo eso y nos hará pasar un buen rato. Un clásico que no puede faltar en nuestra colección y que sabe mantenerse inmune contra el paso de los años.

PD: ¡Pssst, pssst! ¿Os habéis quedado atascados? Entonces preguntarle a Krower, que se lo está pasando y no le va nada pero que nada mal y es de lo más gracioso. Aquí tenéis el gameplay.

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